Tras nuestra estancia en Namche, nos desplazamos hasta la ciudad de Tengobche, donde se encuentra en santuario budista más importante de Nepal. Por el camino hemos podido disfrutar de los impresionantes paisajes que nos llevan al campamento base del Everest.
En la ciudad de Temgobche pudimos disfrutar de su templo, y en pleno ambiente «trekkero» contemplamos una de las puestas de sol más impresionantes, con el Everest al fondo. Fueron unos momentos inolvidables.
Al día siguiente quedaba la última etapa de subida al campamento base del Everest, una larga caminata que tuvo su recompensa al admirar tan de cerca los grandes colosos del Himalaya. Fueron muchos los recuerdos que ahí se agolparon en mi cabeza, de tantas expediciones, amigos y logros conseguidos durante más de una década de visitas a esta tierra mágica.
Ya en Kathmandu, hemos vuelto a supervisar las actividades preparadas por la fundación. Nos hemos vuelto a reunir con Basanta, el director de Asahaya Bal Gar para repasar todas las compras que allí se han realizado con el dinero que hemos traído, y para hablar del futuro de los 16 chavales que albergan en las institución.
Además, nos reuniremos con Sonam Sherpa para establecer líneas de colaboración directa con su fundación en materia de educación para el pueblo sherpa.
Nos quedan muchas cosas por hacer en Kathmandu, con una fiestas muy especiail incluida como despedida… Pero eso os lo conatremos en la entrada de mañana
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