LA HORA DE LA VERDAD (
Viernes, 9 de Julio de 2004)
|
Tras unos días de descanso en el campo base, ya somos
esclavos de nuevo de la predicción meteorológica.
Hemos instalado la mitad de la montaña y tenemos allá
arriba todo el equipamiento necesario para continuar. La aclimatación,
suficiente, trás un mes de vida por encima de los 5.000
m y dos noches trabajando y durmiendo en altura, sobre los 6.500.
Así que ya basta de estrategias y paños calientes.
Hay que atacar cima ya, en cuanto se pueda. La decisión
final, la tiene ese parte que nos va llegando y que nos atormenta
luego durante horas de disquisiciones. Un día parece bueno,
pero hay viento. El otro se calma, pero hay nubes. Ojala fuera
esto tan exacto y meticuloso como los partes meteorológicos
que nos dan en el aeroclub de Zaragoza (por cierto un fuerte abrazo
amigos pilotos, que seguro que os estais poniendo las botas de
volar). Pero bueno, hay lo que hay y por fin parece que tenemos
la decisión. El día 13 cima. No parece muy bueno
y tampoco muy malo, así que nada, adelante con los ramos.
Ahora, un poco más tranquilos, ya tenemos plan para estos
días. Uno más de descanso y saldremos el día
11 de madrugada para ir directos al campo II (por cierto, que
será el primer día que no tengamos que acarrear
kilos de material para arriba, por lo que iremos rápidos
y cómodos). Al día siguiente, encaramarnos por el
corredor de nieve que lleva al campo III, donde habrá que
trabajar un poco, puesto que la mitad inferior ha sido ya equipada
por una expedición comercial que responde al nombre de
Amical (buena gente) y por fin, esa misma noche, con las espadas
en todo lo alto y si las leyes meteorológicas lo permiten,
iremos para cima. Ojala todo salga así de fácil,
pues la verdad es que llevamos mucho tiempo aquí arriba
y ya es hora de poder hacernos con una cima. Sí asi fuera,
soñar no cuesta nada, todavía dispondriamos de 12
días para la otra montaña. Pero vayamos por partes.
De momento sol, descanso y ese gusanillo que todos llevamos dentro,
sabiendo que en pocas horas saldremos para un intento serio a
cima. Me encuentro tranquilo, fuerte y muy motivado por llegar
a poner un pie en lo más alto. Creo que saldrá bien
y eso me da confianza para luchar con valor. Mis compañeros,
creo que van bien. Los veo fuertes y tienen, lógicamente,
las dudas de quién nunca ha estado en la zona de la altura
extrema. Son animados y creo que pronto tendrán su recompensa,
su primer ochomil.
Así que nada, estos días a hidratarse, alimentarse
bien y dejar pasar las horas para las batallas que han de venir.
Gasherbrum I, nos vamos a ver muy pronto las caras, amigo. Suerte
para todos.
|