DE NUEVO EN LA MORRENA (Martes,
8 de Junio de 2004)
Día tras día, hemos ido completando esta hermosa
marcha de aproximación hasta el campo base de los Gasherbrum.
El tiempo nos ha acompañado y hemos tenido la suerte de
realizar este viaje con unos buenos amigos, que, una vez llegados
al base, mañana nos abandonarán. Veremos como bajan
por la morrena, por ese cargamento de piedras que lleva el glaciar
en su superficie, veremos como poco a poco se van haciendo pequeños
y como van, paso a paso, camino de vuelta a la vida. Atrás
quedaron los días de charlas animadas, de chistes y de
descubrimientos. Ahora vienen los días de trabajo, de ir
tomándole poco a poco el pulso a estas dos hermosas montañas,
de ir convirtiéndonos en escaladores de altura.
Una vez ya acomodados en nuestro campamento, nuestra calidad
de vida ha sufrido un pequeño repunte al alza. Tenemos
todo ya organizado. El tiempo de momento es inestable, así
que aunque podamos trabajar un poco en la parte baja de la montaña,
será más probable que, por ahora, pasemos más
tiempo bajo nuestras carpas de colores. Pero bueno, sabemos relativizar
las situaciones y ahora nuestro nuevo hogar, se nos antoja como
acojedor. Nuestro buen cocinero Ghulam, ya nos ha dado muestras
de lo que es capaz de hacer, sorprendiéndonos con una tortilla
de patata, que parece sacada de cualquier bar de tapeo de nuestra
ciudad. Así mismo, se muestra intratable con el arroz,
con las ensaladas y hasta con los postres. Creo que por ese lado,
la expedición puede estar tranquila.
Además, tras todo ese largo periodo de camino por este
agreste territorio, con nuestro material desperdigado, finalmente,
todo esta aquí y me atrevería a añadir que
incluso en perfectas condiciones. No ha habido sorpresas en este
sentido y una vez más, nuestros amigos de Pakistán
han enseñado que saben estar a la altura de las circustancias
y que son capaces de hacer que todo funcione, incluso aquí,
cerca de lo que podriamos considerar el fin del mundo. De hecho,
creo que el fin del mundo está al otro lado de un collado
cercano que tenemos hacia el norte...
Disfrutamos pues de nuestra nueva situación, y con la
mirada ya puesta en esas primeras laderas de nieve, salpicadas
de grietas, que serán el primer obstáculo a salvar
en esta expedición.Pero bueno, eso será otro día.
De momento sigo agazapado bajo mi lona, cojiendo la dimensión
a este pequeño espacio que será mi nuevo reino,
el lugar donde descanse, agotado tras el esfuerzo, el lugar donde
sueñe con lo que ha de venir y la puerta por donde, cada
noche, escape y esté un poco más cerca de mi mundo,
de los míos.
Carlos
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