LA CAMPAÑA DE ESCIPIÓN (
Miércoles, 30 de Junio de 2004)
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Ha llegado el esperado buen tiempo y aunque la montaña
está muy cargada de nieve, ha llegado la hora de trabajar.
No puedo evitar el recordar esa magnifica campaña que este
singular romano realizó durante las guerras púnicas.
Al final, una cuestión de estrategia y de sorpresa le dieron
una aplastante vistoria sobre su adversario cartaginés.
De hecho, algo muy parecido hemos planteado en esta salida hacia
lo desconocido. Mas de 12 días de mal tiempo nos han obligado
a estar acurrucados en el campo base. Hemos montado el campo 1
a 6.000 metros, pero eso es todo. No hemos conseguido dormir en
altura todavía y ese necesario estimulo para conseguir
la aclimatación adecuada no ha llegado. Con este periodo
de buen tiempo, la lógica nos impulsaría a subir
al campo 2, montarlo, dormir en él y concluir, tras el
consiguiente periodo de descanso en el campo base, la aclimatación.
Pero el corazón dicta otra cosa. El tiempo, para mal más
que para bien, ha pasado inexorable. Los días empiezan
a valer su peso en oro y recordando la osadía de nuestro
buen Escipión, he decidido dar un paso más: Lanzar
una campaña sorpresa sobre el Gasherbrum I, o por lo menos,
luchar por ello. Por tanto, subimos con todo lo necesario para
pasar 4 días en altura e intentar llegar hasta lo más
alto. No disponemos, por una cuestión ética de difícil
interpretación, de porteadores de altura, por lo que nuestras
mochilas para esta campaña "africana" se han
hecho enormemente pesadas. Desde luego, en esta ocasión
nuestro ficticio enemigo será tomado por sorpresa, sin
duda, al igual que mis dos compañeros cuando oían
mis disquisiciones sobre este gran romano. Nada que perder, pues
cuando uno se empeña en una valiente acción sólo
debe temer el no haberla emprendido antes y mucho que ganar, la
gloria de la cumbre de nuestro sueño, la recompensa del
esfuerzo máximo, la alegría de respirar el sútil
aire de los 8.000 metros. Difícil, sin duda, pero con el
ánimo acrecentado por todos los días pasados en
esta morrena, vamos a trabajar duro y con decisión. Si
en esta ocasión el Gasherbrum I no nos tiende la mano,
habremos trabajado mucho en altura, finalizando definitivamente
nuestro proceso de aclimatación. Además habremos
colocado todo nuestro material por la montaña y sobre todo,
habremos sido fieles a nuestros instintos, luchando por lo que
hemos creido. Creo que esta campaña merecerá en
nuestro recuerdo un lugar de importancia y solo espero que las
fuerzas nos acompañen como al bueno de Escipión.
Ojalá haya suerte para todos.
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